punto de quiebre (parte 2)

Pasaban los días y cada ves hablaban más y más de distintos temas, eran horas interminables frente a la computadora o al telefono solamente interrumpidas por unos padres que los llamaban a comer respectivamente o en su defecto para ir 5 minutos a hacer algo (en el caso de Roberto era ir al baño a hacer lo que todo ser humano debe hacer cada cierto tiempo).
En estas conversaciónes se hacian cada ves más amigos, se conocian mejor cada día, hablaban de todo sin tener problemas, nunca en todo el tiempo que se conocen han peleado y eso para Roberto fue una señal desde el principio de que esta personita aparecida de la manera menos esperada era especial. El empezó a sentir algo que no supo como definir. Era cariño, eso era definitivo, de lo que él no estaba seguro era de que clase de caiño era. Sería el cariño que le tiene a un amigo o algo más? podría ser amor? podría ser un cariño de amigos bastante fuerte que hasta ese momento jamas había sentido por una chica?. Nunca estuvo seguro y hasta el día de hoy cuando hace una retrospección a esos momentos de su vida no sabe que pensar, no sabe como definir aquel sentimiento, el único adjetivo que le viene a la mente cada ves que se le pregunta por el tema es especial.

Un día el decidió aventurarse a preguntarle a Sumiko si podía llegar a su casa para conversar en persona. Ella acepto luego de haberlo consultado con sus padres. Él llego a su casa para conversar de todo y de nada como era usual entre ellos. Hablando y hablando salió el tema de la música y de la guitarra. Ella estaba en unas clases de guitarra que no le dieron muchos resultados, él en cambio había aprendido a tocar guitarra sin una sola clase gracias a la guitarra que su papá uso hacía mucho tiempo y que fue cambiada por otra en su lugar en una mudanza. Aquel día la madre de Sumiko se acerco a la sala donde se encontraban para preguntar que canción era la que sonaba en la radio para darse con la sorpresa que era Roberto el que tocaba. Llegada la hora de la despedida Roberto se fue no sin antes despedirse de la madre de Sumiko, ganando puntos con la posible suegra penso él.

Pasaban semanas y ellos se hacian cada ves más amigos al punto que un día Sumiko le pidió ayuda a Roberto. El problema que tenía era con las matemáticas, no las entendía bien y Roberto al estar preparandose en una academia preuniversitaria en esos momentos de su vida tenía cierto manejo de los números y como explicar las cosas mejor. Cuando llegó a su casa comenzaron a ver los problemas que ella tenia y poco a poco él fue aclarandole como era que funcionaban los métodos a los que ella no veia ni pies ni cabeza. Luego de que habian terminado los padres de Sumiko ordenaron pizza y dejaron a Roberto elegir el tipo de pizza que quería. El dentro de su natural timidez e inseguridad no sabía que decir, por cual decidirse. Al final opto por lo más facil, la pizza hawaiana que tanto le gustaba por tener piña. Le gustaba en especial esta pizza porque al no poder comerse la fruta sin cocinar por alguna extraña mania de pequeño le encantaba poder comer piña en una pizza que había estado al calor de un horno y por ende cocinado todos los ingredientes, piña incluida.

Los padres de Sumiko le habían agarrado tal cariño a Roberto que cuando Sumiko decidio que queria que él estuviera presente en su ceremonia de graduación ellos lo aceptaron sin problemas. Cuando ella se lo pregunto a Roberto el acepto feliz por la invitación pero incomodo por la idea de tener que ponerse terno y sentirse ahorcado por la corbata, odiaba esa sensación desde siempre pero por ir a ver graduarse del colegio a la chica que le quitaba el sueño era capaz de ir en camisa de fuerza. Cuando el día llego, Roberto se levanto temprano , se fue a la peluqueria para que le corten el pelo, se baño, se afeito cuidando cada detalle, le robó un poco de perfume a su padre porque sentia que de los 2 o 3 perfumes que él tenía en su cuarto no habia ninguno digno de la ocasión en cambio su padre usaba un perfume importado que le regaló uno de sus muchos pacientes. Luego de haberse acicalado por al rededor de 2 horas decidió partir no sin antes tomar por asalto tanto a su madre como a su padre. No podia llegar sin dinero en caso de que despues decidieran salir a algun lado cosa que era poco probable dada la magnitud del evento y de lo protectores que eran los padres de Sumiko pero eso a Roberto le importaba poco, la esperanza no se la quitaban ni a palos.

Al llegar al colegio, lugar donde se realizaría la ceremonia, se sentó cerca de los padres de Sumiko luego de haberlos saludado. Para su sorpresa había en la ceremonia una longeva dama que según la deducción de Roberto se trataba de la abuela. No se equivoco.
Al terminar la ceremonia Sumiko se acerco a su familia y a Roberto. Ella se perdía entre sus compañeros de clase para sacarse la bendita foto con la toga y toda la parafernalia propia de la graduación. La foto con la abuela, la foto con los papás, la foto con la mejor amiga, la foto con la otra mejor amiga, la foto con la no tan amiga , la foto del chico un poco lerdo que le pedia por favor que se tome una foto con él, etc. Esta última foto era no rechazable para Sumiko dado su gran corazón, posó para la foto esbozando una sonrisa de modelo (bonita por fuera pero carente de sentimiento alguno) para luego dirigirse hacia Roberto y decirle que ya se quería ir de ahi. Luego de contados segundos en los que ellos dos hablaron ella habia vuelto a desaparecer, esta ves con la madre que hacia las veces de fotografa. Roberto se habia quedado con el padre e intentaba mantener una conversación formal pero fraterna al mismo tiempo. Luego de algunos momentos llego a la conversación el padre de otro chico de la promoción asi que comenzaron a hablar de cosas del colegio de sus hijos. En la conversación el recien llegado pregunto con un tono de broma quien era Roberto, se tratara acaso del yerno? a lo que el padre de Sumiko respondio con una sonrisa y torciendo un poco la cabeza hacia el lado "Nooooo , todavia ella no esta para eso" y a lo que Roberto asintio diciendo "Solo somos amigos" frase que cerro segundos despues en su mente con un contundente "(de momento)".

Terminada la ceremonia Sumiko lo invito a ir a comer a una polleria para celebrar la graduación. Roberto sabía que en la polleria seria blanco de todas las preguntas imaginables de un padre que protege a su hija: "Donde estudias?" , "en que trabajan tus padres?" , "en que colegio estuviste?" , "que quieres hacer cuando termines tu carrera?" y por ahi algunas veces, en caso la persona que interroga es un tanto indiscreta y directa, la temida además de casi nunca esperada "y que intenciones tienes con mi hija?". Roberto sabía que se estaba metiendo en la boca del lobo pero por estar algunos minutos más en compañia de Sumiko era capaz de aguantar la rafaga de preguntas sean las que sean. Llegado el momento sucedio lo que tenía que suceder, se sentaron a comer para luego dar pase al interrogatorio. Roberto se sentia nerviosisimo pero se controlaba como podia. Gracias a unas tecnicas de respiración que aprendio en una clase de teatro que llevo en el colegio podia mantener la compostura y no ponerse palido. Luego de algunos momentos Roberto llego a relajarse e inclusive a llevar una conversación de lo más normal con los padres de Sumiko. Una vez terminada la cena se dirigieron a dejar en su casa a la abuelita. Al bajarse le dijo a Sumiko algo en japones que Roberto no lograba entender para nada. Cuando el auto avanzo Sumiko le dijo a Roberto que le habia caido muy en gracia a la abuelita y que las palabras que él no logro entender querian decir que a la abuelita Roberto le habia parecido muy dulce.


Poco a poco se llego a ganar la confianza de los padres al punto que el papá le regalo unos boletos para ver el partido de Universitario de deportes del Perú Vs. San Lorenzo de Argentina por la copa Toyota Libertadores. Eran boletos que él había recibído por trabajar para Toyota Perú. Se ubicaban en el palco oficial, lugar privilegiado no solo por la ubicación sino tambien por el poder escuchar de lo que hablaban los dirigentes de los equipos mientras el partido transcurria. El padre de Sumiko le habia comentado a ella que tenía esos boletos pero que no pensaba ir a lo que ella respondio que Roberto era super hincha de la "U". El señor lo cito en su trabajo para hacerle entrega de los boletos el mismo día del encuentro. Se despidieron raudamente porque faltaban escasos 45 minutos para que comienze el partido y para llegar al estadio se necesitaban aproximadamente 40.

Todo iba bien en los planes de Roberto de acercarse a Sumiko como amigos para luego intentar ser algo más que eso si es que se daba hasta que un día hablando por telefono ella le confesó que estaba pensando en volver con su ex enamorado. Fue tal la sorpresa de Roberto que a lo único que atino luego de un "QUE!?" que resono por toda su casa , fue a decirle que iria a su casa en ese mismo instante para hablar con ella del asunto porque era una decisión que debería pensar mejor. En realidad lo que quería decir es que no deberia volver con ese ex que tan mal la había tratado porque lo podía volver a hacer... entre otras cosas además porque era Roberto el que queria poder estar con ella. Al llegar a su casa luego de haber pagado un taxi a 10 soles; precio exorbitante para la distancia y para la billetara de Roberto que no acostumbraba a tomar taxi salvo en emergencias (esta era una de ellas) ; comenzaron a hablar de cualquier otra cosa hasta que Roberto se armo de valor y la encaró. Le pregunto que era eso que le había dicho en el telefono, como era posible que tan siquiera piense en volver con ese chico que tan mal la había echo sentir, etc.. El la miraba a los ojos y pretendia escucharla y entender sus razones pero en realidad lo que hacía era armarse de valor y esperar el momento preciso para decirle lo que sentía, que era él el que deberia estar con ella, que era él el que queria poder pasearse de la mano con ella por las calles , que era él el que queria ir a las fiestas de sus amigas como el enamorado, etc.. Ni una ni otra cosa sucedieron, jamas junto valor suficiente para decirle que era él el que queria estra con ella, la timidez y la inseguridad se lo impidieron, solo llego a aconsejarle como el amigo que era que lo mejor que podia hacer es pensarlo bien y no volver con aquel ex enamorado gurdando las esperanzas que no pasara nada más entre ellos. Pasaron los días y al final Sumiko dilapido todas las esperanzas de Roberto de tenerla libre, soltera y sin compromiso, con una sola frase en el msn : "Al final mi ex y yo hemos vuelto". A Roberto jamas le quitaron la esperanza de que algun dia ellos terminaran y el pudiera al fin intentar estar con Sumiko pero el tiempo y el enamorado fueron encargandose de que el contacto entre ellos dos fuera cada ves más escaso.

Paso un tiempo y siempre siguieron en contacto, diciendose las cosas importantes que pasaban en su vida; todo siempre, ironicamente, via internet. Él había terminado estudiando en europa y ella se había quedado en Lima. Él lo había dejado todo por una oportunidad única de estudiar en el extranjero y ella habia cambiado de carrera. Él salia de una mala racha, ella estaba feliz con su trabajo y su vida en Lima.

Luego de haber divagado por todos estos pensamientos durante unos segundos otro zumbido le hizo recordar que Sumiko le estaba hablando en el msn, finalmente él le respondió.

- Hey que tal chinita linda, como estas?.
- Yo aca bien, algo nerviosa, extraño Perú.
- Y eso? como que extrañas Perú?.
- Es que estoy en EE. UU. , me vine para aca porque mi novio esta aca.
- Que hace cuanto que lo fuiste a visitar?.
- No e venido de visita, e venido a quedarme.
- Y eso , me tienes confundido china , explicate .
- Es que e venido para casarme con él.
- QUEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE !!!!!!!!!!! ???????????
- Si , me caso.

Roberto sintio que habia regresado en el tiempo, que le estaba pasando exactamente lo que habia pasado hace años cuando ella se habia resuelto a volver con ese ex novio. Esta ves el era otro chico y ella tambien, tenian más experiencia y habian vivido otras cosas. Queria decirle lo que sentía pero algo se lo impedia.

- Tengo emociones encontradas Sumiko.
- Y eso porque ?.
- No se, es que me dejaste frio, fue algo inesperado pero me alegro por ti.

Esta ves quería decirle que muy secretamente habia guardado las esperanzas de ser él el que ocupe ese lugar en un futuro, una ves terminados sus estudios de ingenieria informatica. Esta ves la timidez no estaba jugando un rol tan fuerte como la prudencia. Roberto se sentía seguro de poder decir las palabras que quería pero no tenía muy en claro si debía hacerlo, ahora ya no hablabamos de dos adolecentes que pensaban en estar con el enamorado , ir al cine y despues a una fiesta. Ahora estabamos hablando de casarse , las cosas estaban más serias que nunca. Al final decidio hacer uso de la filosofía de vida que siempre lleva "los viejos solo se arrepienten de lo que no hicieron mas no de lo que hicieron".

- Bueno , en realidad... como te digo tengo sentimientos encontrados.
- Explicame.
- Te puedo hacer una pregunta?.
- Claro, si somos patas de hace tiempo. Lo que quieras.
- Es que no se como decirlo.
- Dime lo que sea Robert. Si siempre lo haz echo.
- Bueno , ahi te va: Te viste alguna ves conmigo como tu enamorado, es decir... hubieras estado conmigo hace algunos años atras?
- La verdad si Robert, nos llevamos tan bien que si me hubiera visto contigo.
- Me hubieras dicho cualquier otra cosa.
- Y eso porque?
- Bueno nose, osea tu sabes que yo tengo un plan de vida de aca a un par de años, tengo que terminar la carrera que ya tengo a la mitad en viena y despues voy a decidir que hacer con mi vida.
- Si , si me lo habias comentado.
- Bueno , una de las muchas opciones que barajaba era volver a Lima, armar mi empresa y tratar de enamorarte pero bueno, ahora que se que te casas creo que es bastante impertinente de mi parte contarte esto pero bueno, ya me paso una ves que por quedarme callado me senti mal y no quiero que me vuelva a pasar. Sorry si lo que te digo te molesta o incomoda. Se que es de lo mas impertinente pero tenia que decirlo.
- Robert, me estas hablando en serio?.
- Mas serio que nunca, sorry de verdad pero tenia que decirtelo pero como te digo, tengo emociones encontradas. Me siento triste porque de cierta forma albergaba una cierta esperanza en mí de que algun día podria pasar algo entre los dos pero me siento feliz por ti porque te veo feliz.

Luego de acabar la conversación en el messenger Roberto se sentia con tantas nubes oscuras en la cabeza que decidio salir a dar un paseo por las calles de viena. Caminaba como loco por las calles pensando en lo que estaba sintiendo en realidad sin llegar a una conclusion. Regreso a su habitación y saco los cigarros que habia comprado en la época de examenes finales. Él solo fuma bajo emociones demasiado fuertes, digase ira extrema, nerviosismo extremo o tristeza extrema. Esta vez no sabía que era lo que sentía pero sabia que era algo extremo. Habia una mesa fija al lado de la ventana en la cual Roberto se echo despues de abrir la misma y sacar la cabeza por ella para poder ver el cielo mientras que su cabeza reposaba en el aire. No habia una sola nube y se podian ver las estrellas. Repaso en su memoria todos esos momentos y al revisar su historia se hizo la pregunta a la que tanto terror le tenía: "Que hubiera pasado si..." que hubiera pasado si en ves de dejarse vencer por la inseguridad y la timidez le hubiera confesado a Sumiko que queria estar con ella. Quizas nunca hubiera conocido a su exenamorada, aquella que lo convencio de irse a europa a estudiar, quizas ya hubiera terminado su carrera, quizas estaria planeando él como seria la boda, quizas no tendria que pasar las privaciones que pasa en viena, quizas ya estaria dirigiendo su empresa. Fue en ese momento que descubrio que en su historia el momento en el cual no tuvo el valor para confesarle a Sumiko Yokashi que sentía algo por ella, decirle que no volviera con su ex porque él queria estar con ella, que la timidez e inseguridad lo amordazaron y no le permitieron expresarse, ese mismo momento era el punto de quiebre en su vida.

Esta historia es una historia real que le paso al amigo de un amigo que siempre veo en el espejo cada vez que me levanto, los nombres de los personajes fueron cambiados para proteger la identidad de las personas por respeto a ellas. Al suertudo chico futuro esposo de Sumiko Yokashi mis mejores deseos y felicidades a los dos. Cuidala muchisimo brother, te sacaste la loteria con esta chica, vale su peso en oro.