en una noche de insomnio navegando en internet

Estoy a casi 1 semana de volver al Perú... mi tierra natal, la patria a la que extraño tanto, suelo que me vio nacer. Por esas cosas del destino en una noche de insomnio más (cosa de lo más usual en mi) navegando por Internet, en vez de estar durmiendo para estar fresco a la hora de la presentación que debo hacer mañana, encontré un nuevo proyecto peruano de una serie en Internet llamado síndrome-de-esto-es-el-colmo que muestra la realidad de la multifacetica y ecléctica sociedad limeña entrelazando personajes por medio de las supersticiones que cada cual pueda tener.

Para que se enteren un poco de que se trata vean en la parte de "cheka esta chevere" de esta pagina, el link esta claro y te manda a la pagina web del proyecto. El echo es que esta definición de "síndrome de esto es el colmo" me pareció de lo mejor. Es una cosa así como el síndrome de estocolmo por el cual las personas secuestradas se enamoran de su secuestrador. Este es el caso de las personas limeñas, nos vemos atrapados y hasta enamorados de una ciudad que por más desordenada, peligrosa y fea que sea te atrapa y te hace enamorarte de ella (esto me hace pensar en las gorditas simpaticonas que aunque de atractivo físico tienen muy poco consiguen el novio que otras chicas con mejor cuerpo quisieran). Ese sentir añoranza por esa ciudad donde encuentras tías veneno en cada esquina, donde el kioskero tiene siempre un triple,7 tipos de bocaditos distintos, galletas por montón y hay una variedad mayor a 5 marcas distintas de gaseosas de todos los gustos, presentaciones y precios para todos los gustos y bolsillos. Es esa ciudad a la que extraño, por más que este en Europa transportándome en metro siempre existe ese espacio vacío que dejan las combis escuchando salsa a todo volumen o en su defecto el clásico, ese pelearse con el cobrador y/o chofer porque no te quiere(n) dejar en el "paradero" (¿existen realmente paraderos en lima? o es que acaso toda esquina es un paradero valido). Es ese poder regresar en taxi de una discoteca previo puje del precio a pagar con el taxista (debo confesarme como un muy buen negociante en el arte del regateo a la hora de tomar en taxi limeño) toda esta gama de vivencias diarias que estando en lima se pueden llegar a percibir como molestia son las que te hacen enamorarte de lima.

El echo es que navegando en esta página me di con un link a la pagina de "la sarita" , grupo peruano de rock que toma el nombre de una santa popular. Esta santa venerada de manera no oficial es llamada "la santa de los pobres" aunque en realidad sus fieles son también delincuentes, prostitutas, travesties, madres solteras además de choferes de microbus; la razón, es una santa que "no te juzga, solo te ayuda". E ahí el porque del respeto y acogida por estos grupos que siempre son juzgados por la sociedad.

La sarita tiene una pagina en my space a la cual se puede acceder dando click aqui . En la parte de arriba a la derecha tienen un par de canciones de su amplia discografia. Las de las 4 que escuche 3 me llevaron a revivir recuerdos y a sentirme en lima nuevamente. La primera que escuche fue guachiman, la historia de aquel guardián nocturno que cuenta los episodios de su vida entre sonidos de zampoña, con un inicio que me hace sentir que estoy en "el hueco", uno de los mercados formales informales de la capital, lugar en el cual los vendedores pregonan voz en cuello "peines 5 por un sol lleve casera !!!!", donde se puede escuchar 3 canciones de distinto genero sonando al mismo tiempo taladrando nuestro cerebro para de esta manera llamar tu atención y que compres más según la filosofía de marketing popular que tienen estos vendedores, los cuales recurren además a carteles de color fosforecente que puedes usar tambien como chaleco disintivo de policia de transito. Esos lugares donde las malformaciones del lenguaje se dan encuentro en una fiesta de gritos y aullidos en el afán de sobresalir y poder vender sus artículos de manera "más eficiente". Frases como "a como están los sidis (CDs)", "cuanto tan esas tabas nique (nike pronunciado en español)", "te queda bonito, lleveselo casera"(la vendedora que intenta venderle una talla S a una señora que rebasa... o mejor dicho rebalsa los limites de una balanza y los limites del polo S en el que, estrujando las carnes a su máxima expresión, intenta meterse contra la razón y por la fuerza , "que ta buscando casera, tengo modelitos" (la misma vendedora atrapando a su próxima víctima en el pasillo), "tengo polos dankenvol" (admitiré que yo era parte de los que creían que la palabra "dunkelvolk" se pronunciaba de esa manera).

La canción Simeón fue una de las cuales removió los más duros recuerdos de una niñez bastante influenciada por el miedo al terrorismo que vivió el Perú en la década de los 80 y principios de los 90 (años en los que era un niño). Escuche dichos versos y de pronto me vi envuelto en cierta forma en la historia de un personaje (ficticio o real, no lo sé a ciencia cierta) al cual le cambia la vida radicalmente por una decisión para nada justa según lo que escuchamos en la canción. En los 5 minutos y algo que dura la historia me movió de tal manera el corazón que sin exagerar una lágrima intentaba escaparse de entre mis párpados aunque no lo logró. No se si sea por la añoranza de mi familia, que está al otro lado del gran charco, que hace que cualquier cosa (película, libro, canción, etc.) me den ganas de llorar. Puede ser que esta condición de soledad permanente, solo aplacada por mi flaca, me a echo más suceptible a estas cosas. Tan solo de pensar en el padre de familia encerrado en la cárcel acusado injustamente de terrorismo con hijos y encima uno con retraso mental hace que se me remueva el interior además de revivir en mi fragmentos de una historia tan compleja y extensa que si me pongo a contar los detalles de cada uno de los fragmentos no acabo nunca, solo diré que hubo un incidente que incluye a mi abuelo tirado en el piso por una turba que pugnaba por un lugar para guarecerse de una balacera en el parque ubicado por la que fue en aquel momento mi casa, que hubo otro momento en el que recordé a una ex novia que vive en tarata, la cual me contó como quedo atrapada en su colchón sin poder respirar debido a la explosión de un coche bomba en dicha calle. Momentos que el servicio eléctrico fallaba por bombas en una torre de alta tensión y tenias que hacer tus tareas del colegio a la luz de una vela (intenten escribir una carta una noche encerrados en su cuarto y solo ayudados por una vela para que vean que "placentero" puede llegar a ser) o las experiencias que me conto la señora que trabaja en mi casa, oriunda de Ayacucho, zona donde el terrorismo nació prácticamente y donde estuvo mas arraigado.
Al escuchar la 3era canción revivió en mi ese amor secreto o quizás inconsciente que tengo por la música de mi tierra. "Entre dios y el diablo" tiene unos sonidos de guitarra que me hacen recordar música folclórica de la sierra, un huayno , quizás "el cóndor pasa", quien sabe que sea, no lo se pero siento que mis raíces se mueven y estando tan lejos y a la vez saberme tan cerca del retorno mis nervios,recuerdos y demás juegan conmigo y evitan una vez más que concilie el sueño en la noche de viena. Será que mi cuerpo se esta autoacostumbrando al horario del Perú de forma inconsciente para evitar el cambio de 7 horas que provoca el viaje?... misterio científico.